Hay pocas ciudades de Estados Unidos que me gustan. Por supuesto, la primera en Nueva York y le siguen Boston, Pensilvania y Washington, pero entre mis favoritas por su riqueza cultural están Nueva Orleans y San Francisco. Confieso que esta última me da un poco de miedo por el tema de los terremotos, pero adoro sus calles que suben y bajan y sus pintorescos tranvías.
Si estás pensando en conocer San Francisco, entonces presta atención a cómo es el transporte en esta ciudad: hay coches, autobuses, trenes, tranvías, carriles para bicicletas y ferries. Cuando llegas al aeropuerto puedes tomar el BART, línea azul, cuyo viaje hasta la zona céntrica cuesta 5.15$ contra los casi 40$ de un taxi. Si llegas en tren lo más probable es que lo hagas en el clásico Amtrak, pero recuerda que el BART conecta la península de San Francisco con otras ciudades de esta parte de la bahía.
Por otro lado hay autobuses regionales e interestatales que hacen los mismos recorridos. Algunos cruzan el Golden Gate rumbo a Sonoma y Marin. Hablando de agua, hay un servicio de ferry entre San Francsico, Larkspur y Sausalito, y otros recorridos incluyen otros destinos. Y por supuesto, están los tranvías cuya red corre desde Millbrae, al sur del aeropuerto, cruza la península y llega hasta Berkeley, Oakland y demás ciudades de la bahía.
El tranvía municipal o Muni tiene 80 recorridos entre autobuses, trenes, tranvías y los coches cable que han vuelto tan famosa a San Francisco. Por eso un viaje en ellos es casi cinco veces más caro, pero vale la pena y no hay razón para que te lo pierdas. Eso sí, para moverte barato por la ciudad no hay como los autobuses públicos de SamTrans.
Fuente: Viajes con Destino. Com
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